Gastón Irazú brilló con luz propia: pole position, dos victorias, liderazgo sólido y control emocional. Demostró por qué es una de las jóvenes promesas nacionales, con una proyección internacional más que tangible. Este fin de semana no solo exhibió su talento, sino una estructura deportiva seria y un plan de desarrollo que lo puede catapultar hacia niveles superiores en el automovilismo norteamericano.
Desde el inicio el fin de semana fue verdaderamente exitoso: Irazú se adueñó de la pole position en la sesión clasificatoria, marcando claramente el ritmo frente a sus rivales. Con una vuelta impecable, confirmó su puesto como el hombre a batir en la categoría, anunciando lo que sería un fin de semana memorable.
Sin embargo, en las dos carreras que disputó, sufrió el mismo problema: una largada complicada. Sin embargo, en ambas circunstancias demostró que es un piloto que no se achica ante estas circunstancias y remontó brillantemente hasta conseguir la victoria.
Aunque estaba prevista una tercera carrera que habría podido calzar como “triplete” perfecto, esta tuvo que ser suspendida a causa de problemas logísticos y retrasos en el cronograma del evento. La cancelación evitó que Irazú pudiera sumar un tercer triunfo, pero no empañó el excelente fin de semana vivido.
Su liderazgo de 42 puntos en la tabla es la evidencia matemática de una campaña sólida. La próxima fecha de este campeonato se disputará en Virginia, siendo esta la penúltima ronda del campeonato y en donde esta y la última serán de dos carreras cada una.
En Uruguay, en su primera temporada completa en el Superturismo, ya está plenamente ubicado como un gran piloto. Ahora Estados Unidos confirma con resultados que es una proyección definitiva como una importante figura dentro de aquél automovilismo.