El E-Prix de Shanghái vivió un fin de semana de contrastes sobre el asfalto húmedo y seco del Circuito Internacional de Shanghái, con dos carreras que ofrecieron espectáculo y cambios en las clasificaciones de pilotos y equipos.
El sábado, Maximilian Günther (DS PENSKE) se alzó con la victoria tras dominar desde la pole y consumar el primer 1-2 del equipo en la era GEN3 Evo, acompañado en el podio por Jean-Éric Vergne (DS PENSKE) y Taylor Barnard (NEOM McLaren). Günther arrancó perfecto desde la pole position y manejó con maestría tanto el MODO ATAQUE como el MODO PIT BOOST, abriendo una brecha de siete segundos cuando la bandera a cuadros se alzó en su favor. Barnard, que había liderado temporalmente tras una arriesgada maniobra en la vuelta 21 de 29, vio cómo Oliver Rowland (Nissan) lo superaba al final, pero fue sobrepasado a su vez por Vergne en la lucha por el segundo puesto. La presión de Dan Ticktum (CUPRA KIRO) complicó a Barnard, quien finalmente cedió el tercer escalón justo antes de la meta, mientras que Rowland terminó quinto seguido de su compañero Norman Nato. Con este resultado, Rowland mantuvo el liderato del campeonato con 171 puntos, mientras que Barnard ascendió a la segunda plaza con 85 unidades y Pascal Wehrlein (TAG Heuer Porsche) quedó tercero con 84. En la clasificación de equipos, Nissan se afianzó en lo más alto, escoltado por Porsche en segundo lugar.
Al día siguiente, la lluvia marcó la pauta en la undécima ronda de la temporada. Nick Cassidy (Jaguar TCS Racing) aprovechó la pole obtenida en una clasificación disputada bajo condiciones lluviosas para liderar de principio a fin la carrera del domingo. Desde la salida, el neozelandés estableció un ritmo constante que ninguno de sus rivales pudo igualar, soportando la intensidad del agua estancada en varios sectores del circuito. Pascal Wehrlein superó a su compañero António Félix da Costa en la primera activación del MODO ATAQUE para hacerse con la segunda posición, relegando al portugués a completar el podio. Tras ellos, destacaron Jake Hughes (Maserati MSG Racing) en cuarto lugar, Jean-Éric Vergne en quinto y Nico Mueller (Andretti) en sexto. A pesar de las complicaciones para pilotos como Jake Dennis y Nyck de Vries, 21 de las 22 unidades inscritas completaron la carrera, lo que subraya el desafío técnico que supuso para los equipos el trazado mojado. Con la caída de Rowland hasta la 13.ª posición, su ventaja sobre Wehrlein se redujo hasta los 68 puntos (Rowland mantiene 171, Wehrlein suma 103 y da Costa acumula 88), a falta de cinco carreras para el final del campeonato. TAG Heuer Porsche recuperó el liderato en el Mundial de Equipos, superando a Nissan, mientras que Nissan conserva la primera posición en el Mundial de Constructores.
En palabras de los protagonistas: “Este fin de semana es un gran momento. Estoy muy orgulloso de todos nuestros chicos. La clasificación de ayer fue fundamental para nosotros; estábamos en la pelea, y ahora, quitarse ese peso de encima es increíble”, comentó Nick Cassidy tras su primera victoria de la temporada bajo la lluvia. Por su parte, Pascal Wehrlein reconoció la mejora del equipo en mojado: “Creo que hemos encontrado el camino correcto y, al final, un final feliz para nosotros”. António Félix da Costa admitió las dificultades: “Fue muy duro desde dentro del coche. Sentía que no conseguía el equilibrio… Fui lento, pero lo suficientemente bueno para subir al podio”. De la carrera del sábado, Maximilian Günther enfatizó: “¡Increíble! Un doblete para el equipo… Sabía que cuando adelanté a Oli (Rowland) y tenía más energía, solo tenía que concentrarme y tratar de mantenerme seguro”. Vergne destacó su estrategia: “Acertamos al mantener el MODO ATAQUE hasta bastante tarde… y me salió bastante bien”. Taylor Barnard, aunque satisfecho con el podio, resumió su desconcierto: “Tuve mucha energía en las últimas dos vueltas, pero necesito analizar la carrera después para comprender mejor qué sucedió realmente”.